Ir al contenido principal

Entradas

Destacado

TULIPANES AZULES

  He esperado más de un mes para poder sentarme y escribir lo que pasa por mi mente. Aun así, he pasado más de dos semanas con la primera frase escrita, mirando titilar al cursor, que retumba en la memoria del último beso que no te di. A veces me despierto pensando que sigo siendo ese niño, que se escondía debajo de la cama, a soñar como sería su futuro o esperando escuchar que alguien me llame porque no me encuentran por ninguna parte, lo que pase primero. Hasta que la realidad me recuerda de golpe que eso ya no es así. Se estima que el castellano tiene más de cien mil palabras, sin embargo yo sigo sin encontrar las adecuadas que reflejen exactamente lo que quiero decir. Un día, dos tardes, tres semanas, cuatro horas, mil fracasos, repite mi alarma a las 6, interrumpiendo bruscamente un sueño, que por fortuna dibuja tu silueta a lo lejos. ¿Cómo nos perdimos? Me dice la almohada mientras la acomodo al lado oscuro y desierto de mí cama. Todavía no encuentro la fuerza...

Últimas entradas

VICISITUDES

Por la promesa de una despedida